Liderando la esperanza para 2021
Liderando la esperanza para 2021
El inmortal y al mismo tiempo universal Antonio Machado nos ilumina con estos hermosos versos:
“Dice la esperanza: un día la verás, si bien esperas.
Dice la desesperanza: sólo tu amargura es ella.
Late corazón…No todo se lo ha tragado la tierra”.
A nuestros queridos lectores y lectoras que nos han seguido durante este atípico año 2020, queremos expresarles nuestro agradecimiento.
Pero simultáneamente debemos honrar a los más de 50.000 fallecidos que nos arrebató el coronavirus sólo en España y transmitir nuestro profundo pesar a miles de familias.
Es nuestro deber luchar más que nunca por la desaparición de esta pandemia, que seguirá exigiéndonos que seamos responsables en todos y cada una de nuestras interacciones sociales, incluyendo especialmente estas Navidades y fin de año.
Pero no podríamos cerrar el último número del año sin hacer un esfuerzo por abrir nuestro horizonte hacia lo que se viene, que será difícil sin duda, pero con esa esperanza en que con las vacunas, y por la lenta pero segura extinción de los contagios por la inmunidad de rebaño, finalmente el Covid-19 pase a ser historia.
La tarea que tenemos por delante desde instituciones públicas, pasando por las empresas y especialmente los ciudadanos, es aún ardua en cuanto a seguir cumpliendo con las medidas de protección para la salud.
Pero, sin duda, también será muy trabajosa para la reconstrucción económica lo más rápido que se pueda, para de algún modo contrarrestar el tremendo daño producido por la destrucción de miles de empresas (especialmente pymes y autónomos) y consecuentemente la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Frente a la desazón de lo que ya no podrá volver a abrirse -nos referimos a miles de pequeños negocios que echaron el cierre y han perdido el tren– debemos instarlos a todos, especialmente a lo que creen que todo está perdido, que tenemos que levantarnos porque la sociedad nos requiere. Levantar el país después de este tsunami sanitario y económico necesita de toda la fuerza laboral, empresarial e institucional conjunta.
¡Pero es posible! ¡Debemos hacerlo!
Desde este Foro siempre hemos tratado de informar y al mismo tiempo formar, en los aspectos más novedosos en materia de Liderazgo y Management.
Seguiremos haciéndolo Dios mediante en 2021 porque creemos que somos un instrumento adecuado y que nos hemos ganado el respeto también al defender siempre la doctrina y la libre investigación seria y responsable, que ayuda a mejorar la eficacia y las relaciones interpersonales en el ámbito de las organizaciones y en cuanto al rol que las personas tienen en ellas.
Somos muy sensibles a los derechos humanos de los trabajadores en cualquier nivel que estén en las empresas, pero especialmente exigentes con los niveles de mando que ostentan el poder para dirigir personas y equipos.
La eficacia personal y la eficiencia organizativa en su conjunto es un motor esencial para la recuperación económica del país. Y esto requiere liderazgo en las organizaciones y no menos importante, liderazgo desde las instituciones.
En las últimas semanas se ha discutido si las Navidades podíamos por fin reunirnos más o menos personas, pero quizás estas fechas tan señaladas y que provocan tanto debate, terminen diluyéndose dentro del arco de nuestras preocupaciones al tomar consciencia que tenemos delante un primer semestre de 2021 que va a ser duro en cuanto a lograr un bienestar para la ciudadanía, especialmente para los más vulnerables y los que ya han sido expulsados del sistema. Los cierres de empresas y pérdidas de empleo es una situación que debemos revertir como sea.
Pensar en términos de esperanza
Tenemos entonces que pensar más en términos de esperanza para el año que vamos a iniciar, que la desesperanza que nos provoca no celebrar unas Navidades al uso. Y desde ya que comprendemos a una gran mayoría, que frente a la situación actual que incluso pone en riesgo las fiestas de fin de año, estén bajos de moral.
Les pedimos que no se desmoronen, que lo tomen como un peaje necesario para encaminarnos al último tramo de pandemia que nos queda y que vamos a poder cubrir con éxito.
También pedimos que aunque sea difícil despejar tanta incertidumbre y ansiedad de vuestras vidas, que finalmente las despejaremos a ambas, con la mejor herramienta que tenemos los humanos que es la inteligencia y un fuerte sentido de protección de nuestras familias.
Despejar la incertidumbre
Pero a nivel macro-social toda esta incertidumbre se despeja con un buen liderazgo. Con ideas claras y convicciones profundas. Especialmente de parte de los gobernantes.
Pero las instituciones y las autoridades competentes también deben sentir que hay un gran compromiso social y responsabilidad de todos para reencaminar los esfuerzos una vez que vayamos superando la crisis sanitaria.
Esto exige que los que tenemos responsabilidades públicas, por ejemplo, contar con el privilegio de exponer nuestras ideas, replicar a personalidades de la doctrina como lo hemos venido haciendo durante estos años y haber sido especialmente críticos con la clase política, somos conscientes que a su vez nuestro listón está más alto, que debemos ser ejemplo, que tenemos que encauzar toda nuestra inteligencia y competencia profesional hacia la puerta de entrada de la recuperación que el país requiere.
Esto demanda liderazgo en todas las instancias sociales, las públicas y las privadas. Esto demanda sentido de oportunidad de las iniciativas parlamentarias en algunas cuestiones (más allá de la Ley Fundamental que son los Presupuestos del Estado) que ha reflejado la miopía política de algunos grupos que están mirando más por posiciones ideológicas que por resolución de problemas, especialmente en cuanto a esa incertidumbre que sigue creando un gran problema de psicología social.
Porque no puede decirse que la psicología individual de la ciudadanía esté inmune frente a tanto desconcierto, angustia, inestabilidad, etc. que han caracterizado estos últimos meses, especialmente después del rebrote de esta segunda ola de la pandemia.
Ni victimismo ni exceso de pesimismo
No hay peor remedio para enfrentar un problema que apelar al victimismo. Tampoco es recomendable insistir en que nos tocarán meses muy duros aún. Ni el tránsito hacia el final será suave ni las quejas continuas aliviarán el sufrimiento de muchas familias que aún siguen perdiendo seres queridos.
Pero sí podemos mirar con esperanza a que este sacrificio no haya sido en vano, que nos permita reencauzar la sociedad en sus fases creativas y de generación de riqueza para que vuelvan a campear las oportunidades de trabajo y que se levanten las persianas de los negocios.
Sin perder el tiempo en lamernos las heridas.
Sin olvidar una oración por los caídos.
Sin cesar en el empeño por reactivar la economía.
Sin dejar de dar las Gracias cada día a todos los que hacen posible la luz de un nuevo día.
Abramos con energía la puerta del nuevo año que ya amarillea en nuestro horizonte.
¡Bienvenidos a una nueva Década en los años 20!
Buen camino.
Artículo coordinado por José Luis Zunni, director de ecofin.es y vicepresidente de Foro ECOFIN, en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN.